He dejado fuera de los "Recorridos" esta localidad perteneciente al Valle de Améscoa dado que, para llegar hasta ella desde Pamplona, exige más de una hora de automóvil y no es compatible con ninguno de los recorridos diseñados. En los mapas de la derecha podéis ver las dos opciones que facilita para llegar "Google maps": la 1ª, que recomiendo, es por la Autovía del Norte A-1 hasta Salvatierra de Álava y desde allí seguir por la A-2128, puerto de Opacua, A-3116 y NA-7130; nos lleva el viaje algo más de 1 hora. La 2ª opción cuesta aproximadamente una hora y veinticinco minutos; iríamos hasta Estella y desde allí hacia el norte por la NA-718 dirección Zudaire, siguiendo un poco más adelante por la NA-7130 a San Martín de Améscoa, Eulate, Aranaratxe y Larraona.

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Se sabe que fue señorío de realengo en la Edad Media, propiedad en los siglos XI y XII de la familia de seniores Ávares o Gonzálvez de Larraona.

En la parte más alta del pueblo, con el cementerio al sur y un frontón al norte, se encuentra la iglesia de San Cristóbal. En su origen fue una edificación románica de la que en la actualidad no queda mas que algún resto en columnas y muros, y, una portada al sur oculta por un pórtico que se construyó con el nuevo edificio en el siglo XVI.

El espacio en el que se encuentra la portada es pequeño utilizado como cuarto de desahogo, con una luz artificial muy molesta. La portada está formada por un arco de medio punto que descansa sobre dos estatuas columna con capiteles, uno muy deteriorado e indescifrable y otro con aves descabezadas. Las estatuas columnas representan, la de la izquierda (desde el punto de vista del espectador) a San Mateo, reconocible por la bolsa colgada al cuello como recaudador de impuestos (más probable que Judas como aparece en Santa María la Real de Sangüesa, donde está ahorcado), pues aquí no tiene ninguna connotación negativa; la de la derecha a San Pedro con un libro y las llaves colgando de la muñeca. Por la proximidad a Álava algunos autores encuentran similitud de estos fuste, además de con Santa María la Real de Sangüesa con algunos de ámbito alavés.

Ocho dovelas decoradas forman la arquivolta. Seguimos observando por la izquierda, donde la primera  representa un personaje con una maza en la mano zurda arrastrando a otro del pelo con la derecha. La segunda al igual que la séptima (la contrapuesta) un hombre coge una gran ave (descabezada) por las alas con cada mano. En la tercera un hombre sujeta un caballo por la brida y las riendas. La cuarta otro personaje con un instrumento irreconocible en la mano derecha, sujeta con la otra por las patas un gran ave. En la quinta dos personajes, uno de ellos agarra de la mano y brazo izquierdo al otro e inclina la cabeza como si pidiera perdón. En la siguiente una cabeza de monstruo que puede ser un león se come las manos de dos personajes que tiene a cada lado. Y la octava y última otro personaje armado de una gran maza parece que arrastra algo, irreconocible debido al deterioro, con la otra mano.

Por encima lo que pudo ser un tejaroz protegiéndola, sustentado por una cornisa de taqueado jaqués sostenido por cuatro canecillos. El primero de la izquierda un animal de aspecto felino, el siguiente el personaje de la gran maza llevándola al hombro en el que destaca el tener un pie calzado y el otro descalzo como en la ménsula derecha de la portada de Miégeville de Saint Sernin de Toulouse, el tercero hombre en actitud orante con las manos juntas y el cuarto un "espinario" púdico, puesto que no enseña sus órganos sexuales, con una herramienta sin identificar dirigida a la planta del pie.

Todas las figuras son esquemáticas sin detalle de pliegues en los ropajes, pero con bastante bulto donde sobresalen las cabezas con grandes ojos en las que destacan las pupilas pintadas de negro. En mi opinión guardan cierta similitud con las de la portada de la iglesia de San Pedro en Sévignacq en el Bearn, aunque aquéllas están más elaboradas, los trajes con múltiples pliegues y son más gestuales.