El arte románico fue el estilo arquitectónico más importante en toda Europa occidental en la época comprendida, aproximadamente, entre la mitad del siglo XI y las primeras décadas
del XIII.
Aunque en Europa predominan las grandes construcciones de plantas basilicales, en España y en concreto en Navarra también existen grandes edificios (Catedral de Tudela, Santa María la Real de
Sangüesa, San Pedro de la Rúa y San Miguel de Estella, Monasterios de Leyre, de la Oliva, de Fitero, etc.) lo identificamos principalmente por los edificios de las iglesias rurales: construcciones de
estructuras muy recias y de gran sencillez; sensación de horizontalidad, que crea un ambiente de recogimiento debido a la penumbra de sus recintos; vanos de arco de medio punto; puertas y ventanas abocinadas, bóvedas de cañón,
ábsides semicirculares con bóveda de horno o cuarto de esfera.
En la decoración, predominio de figuras hieráticas en relieve; gran cantidad de adornos, visibles en
arquivoltas, capiteles, canecillos, etc., éstos están tallados con formas de vegetales, geométricas o figuradas con gran
profusión de temas historiados de inspiración bíblica, profana o mitológica; con gran carácter simbólico todos ellos. |
Modillón portada
Santa María la Real de Sangüesa
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