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No encontramos documentos de esta población hasta 1214 cuando el rey Sancho VII el Fuerte la compró a unos caballeros aragoneses junto al poblado de Oteiza.

Encontramos la Iglesia San Andrés de finales de s. XII, como la anterior, muy modificada en siglos posteriores. Aun conserva la cubierta de cañón apuntado en los cuatro tramos que componen la nave, el ábside  es poligonal gótico con bóveda gallonada.

Debajo de un alero con canecillos trabajados con cabezas de animales, monstruos y el típico hombre del barril, se encuentra la portada, con guardalluvias decorado con arquillos tendentes a herradura. Esta protege a tres arcos apuntados en cuyas claves hay esculpidos diferentes motivos y  descansan sobre columnas con capiteles con decoración figurada y vegetales, trabajados esquemáticamente.

Tiene esta Iglesia una torre a los pies, reforzadas con grandes contrafuertes.